18 d’abril, 2006

La traducción

Tal como prometí (entono el mea culpa si la tradución contiene "catalanismos", cuesta más de lo que parece)

Religión, laicismo i contradicciones
El miércoles pasado en la televisión catalana emitieron un documental realizado por el National Geographic, en el que se explicaba una curiosa versión del Evangelio según judas. A partir de un códex de papiro, escrito en copto, encontrado en el desierto, explicaban una teoría inédita. Si todo lo que dijeron fuera cierto, las revelaciones que contendría este hallazgo pondrían en cuestión algunas de las creencias más enraizadas del cristianismo. Siempre según el documental, este evangelio pone en duda la versión oficial de la iglesia hacia el personaje de Judas, a quien le cambian radicalmente la postura, pasando de ser el traidor, al hombre que se sacrifica para que se cumplan las Sagradas Escrituras.

Últimamente, con la nueva ley de educación ha habido no poca polémica respecto a la religión y me parece que la asignatura “religión” siempre dará problemas. Estoy convencida de que en un estado que se proclama laico, tanto las personas que se consideran religiosas como las que no – ateos y agnósticos- deberían poder convivir sin exclusiones ni discriminaciones, deberían poder dialogar y vivir en un espacio de tolerancia que preservase el espíritu crítico propio de la conciencia de cada cual.


Pero no es de la religión como asignatura ni del Evangelio de Judas, ni de la supuesta laicidad del estado, de lo que yo quería hablar, sino de la manifestación de la conmemoración simbólica de unos hechos enraizados y asumidos por el cristianismo, como es la Pasión de Cristo, en forma de procesión.


Asistí a la Procesión del Santo Entierro, en Blanes, el Viernes Santo. Mi estado de ánimo era bastante festivo, porque la disposición de la gente por la calle era festiva: la gente se disponía a ver un espectáculo similar en la forma, a cualquier desfile como puede ser la cabalgata de los Reyes magos o la rúa del Carnaval. Y es aquí cuando empezaron mis dudas y contradicciones internas. Yo siempre he supuesto que el estado laico ideal debería tender a la neutralidad, a conocer y respetar la sensibilidad de cualquier tradición religiosa presente en la sociedad en su riqueza de manifestaciones. Pero eso es teoría. La realidad es otra. Y lo que yo no podía – ni puedo- acabar de entender es aquella oposición entre lo que pensamos (o que decimos que pensamos) y lo que realmente hacemos. Llamadme ingenua.

Sea como fuere, y desde un profundo respeto hacia cualquier creencia o manifestación de creencia, disfruté de un espectáculo – que no por su contenido deja de parecerme teatral- digno y diferente, aunque parecido a la vez, a tantas y tantas procesiones de nuestra geografía. A resaltar los cuatro pasos: el Nazareno, el Crucifijo, el Santo Sepulcro y la Dolorosa, los “manaies” (soldados romanos), el canto del Miserere, así como la banda de música. Me impresionó la reacción –supongo que espontánea- de la gente aplaudiendo cuando el muchacho que llevaba el Crucifijo – gesta admirable- llegó a la plaza de la iglesia. Otra contradicción, siempre según mi modesta opinión.

Arare-Montse (o Montse-Arare)

12 comentaris:

Anònim ha dit...

Hi ha un relat de Borges que apunta aquesta teoria, sempre des del costat de la ficció. Deu podia triar la reencarnació. Va triar ser Judes i a més suicidar-se, una cosa molt mal vista. O no és més sacrifici la ignomínia i el menyspreu que els cops de fuet?

Son ha dit...

mmm... Cosita... En varios sitios de la piel del torete o como se tenga a bien llamarla, esas "expresiones religiosas" son una fuente muy suculenta de ingresos... Léase Sevilla y sus procesiones, Esparraguera y sus representaciones o el romper el alba (creo que se llama así) de los Tambores de Calanda... Por nombrar algunos.
Personalmente me encantan aunque yo no les doy un valor especialmente religioso-místico-espiritual; para mí es una expresión más de ese folklore que puede resultar hortera o exquisito según el consumidor.

Petonets Cuca en Sucre.

Son ha dit...

Ups... Se me olvidaba añadir algo importante (jajaja)... En ese sentido ese folklorismo resulta interesante para los ayuntamientos y sus arcas. Ahora sí... Petonets!

Anònim ha dit...

Leyendo tu interesante post, veo que existen similaridades en ultramar, por ejemplo aqui en Mexico (donde muchas veces pecamos de moratos) hemos hecho un sincretismo de las tradiciones heredadas por la cultura hispana, pero esto ha hecho un folklor muy colorido de manifestaciones religiosas.
Ayer mismo obserbaba en el noticiero a gente que se daban latigazos unos a otros (como en una especie de danza)para expiar las culpas durante el domingo de resurreccion.
Mas alla de pensar en un Estado Laico (como el que se presume en mi pais) es interesante el ejercicio que nos señalas de contemplar como vive la fe en cada individualidad y en cada comunidad.

Saludos desde Tecate, Baja California (Mexico)

Albert ha dit...

¿En qué quedamos? ¿La religión es una religión o una asignatura? Si es una asignatura habrá que suponer que los que saquen Excelente irán directos al cielo y los burros al infierno.
Si como dice son es folklore, que lo es, entonces reclamo el derecho de matar judíos que es lo que hacía yo de niño el Sábado, llamado de Gloria. Claro que ahora sería políticamente incorrecto reclamar esta festividad, pero ¿que hay de políticamente correcto en la iglesia? Cuanto más ruido, mejor. Ay! Ya sé que esto contradice a son en lo del silencio, pero no soy perfecto.

Anònim ha dit...

La religión tiene mucho de teatro y, de hecho, el teatro nace de la religión, al menos una buena parte del teatro. Disfraces, representación, sacrificio, morbo, todo es cultura, o 'cultureta' y también folklore. Después del Concilio, del Concilio que modernizó -un poco- la iglesia catòlica, las procesiones sufrieron un retroceso importante, al menos en Cataluña. Pero se están recuperando porque son, en cierto modo, una diversión y un punto de encuentro, una fiesta social, del mismo modo que se siguen celebrando bodas, aunque no tantas, pero muchas, eso sí, con boato y derroche. El ser humano es contradictorio, personalmente cada dia soy más escéptica i agnòstica y me lo miro des de una cierta distancia todo: la religió, pero también el patriotismo, la identidad y todo eso. Al final sólo hay personas, soportando como podemos la vida, temporal hasta que se demuestre lo contrario, y con más o menos suerte. La tensión entre la necesidad de individualidad y libertad personal y la de compañía y grupo social, de un cierto gregarismo, propicia las construcciones culturales, además de la dificultad de admitir que, posiblemente -yo diría seguramente, pero, para que nadie se sienta herido...- nuestro paso por el mundo es breve y sin eternidades vigentes.

Anònim ha dit...

Comparto contigo las dudas y contradicciones. Nuestra cultura es, nos guste o no, católica y con ella hemos crecido. Otra cosa es entenderla y aceptarla. Eso nos cuesta mas.
Sin embargo, que no entendamos muchas cosas y que no colemmos con muchos "dogmas" no implica que nos pongamos del bando de los contras. No somos capaces apuntarnos a la ususal corriente crítica-destrozona que hoy día impera como solución más fácil. Algo nos dice que nuestra cultura tiene que tener algún sentido. No perdamos esa fé. Sigamos sin entender cosas pero desde el respeto. Eso te define, mi querida amiga. No desisstas. Yo comparto tus dudas.

Anònim ha dit...

Hola Arare, es ben cert que sempre hem d'estar oberts a noves versions de la historia. Tot depèn de qui ho escriu. Petons. Això de la traducció tens raó és molt difícil, sobretot la poesía, jo amb la poesia, no m'hi veig en cor. Petons.

Albert ha dit...

vert pide respeto, pero para tener derecho pedir respeto hay que empezar respentado. Yo, por ejemplo, tengo el derecho de estar en el bando de los contra, de los que decimos no, de los que no tenemos fe, de los que criticamos los dogmas y no les ponemos comillas, tengo derecho a (re)negar la cultura católica en la que he crecido, como de la bandera y patria que la acompañaba; pues también hay una tradición centenaria simbolizada por Francesc Ferrer i Guàrdia, asesinado sin respeto. Cada uno escoge la tradición que mejor le parece. Eso sí, con respecto.

Vico ha dit...

Arare, excelente artc. no opino del tema porque soy rebelde anticatolicacristianojudeaantisemitabla bla bla bla...

oye amiga, te deje un mensaje en mi blog je!
Saludos!

Montse ha dit...

Caramba, veo que el artículo daba para mucho más de lo que yo pensba cuando lo escribí. Os agradezco a todos y cada uno vuestras aportaciones, ya sean "a favor" ya "en contra".

Vert es una de las personas más respetuosas que conozco y hace ya bastantes años de eso. Ojalá os pueda presentar un día, Albert, Vert, Julia, Manel, Carlos ... bueno, a Manel y a Carlos aun no los he visto nunca en persona, espero conocerlos también. Aunque tengais puntos de vista diferentes, podríais hablar horas y horas porque todos sois de las personas más cultas que he conocido nunca.

Mel·la, en el post anterior lo tienes en catalán, está el enlace para ir a leerlo directamente al diari de Girona (me parece más honesto que "colgarlo" directamente). A mi también me cuesta traducir poesía (no me atrevo, quizá solamente traduciría un poema si fuera mío y no hay peligro, jejeje)

Son, los ayuntamientos se aprovechan de cualquier cosita (sea folklore, sea manifestación religiosa o pagana,deportiva...) "vaja uns!" (y es que las arcas de los ayuntamientos siempre están medio vacías (o eso dicen)... a tu també et vull conèixer, reina mora!

Lalo, otro día déjame tus "señas" para poder leerte ¿vale? gracias por tu opinión desde el otro lado del planeta.

Charruita, luego me pasaré por tu blog, me has enviado un mensaje que ya he visto, pero no sé qué dia viene la Peri Rossi. Si pudiera, iría, pero no te prometo nada porque por el momento sólo voy a barcelona una vez a la semana.

Besos para todos!

Villaykorte ha dit...

Yo estudié un huevo de años en un colegio ultracatólico y me enseñaron que los nuevos testamentos sólo eran dos, creo recordar que uno era el de San Mateo y los otros tres eran copias de la misma fuente (fuente G), aunque no estoy muy seguro. De todas formas allí me intentaron convencer que lo importante era lo que había seleccionado la Iglesia para dictar su doctrina (tócate los mismísimos)