El resumen prometido

Debatir las ideas de una persona que no está presente para matizar lo que está diciendo no es fácil, ni para quienes inician el debate – en este caso me confieso culpable de ese inicio – ni para los que aportan sus opiniones. Si bien es cierto que todos sabemos que en las entrevistas periodísticas no siempre se dice toda la verdad – cuantas veces se han quejado los autores de que, en un intento de sintetizar, sus ideas quedan parcialmente distorsionadas... aun así, y teniendo en cuenta que esto sólo es un blog y no un medio de comunicación de masas, intentaré sintetizar vuestras aportaciones.

Torosalvaje dice, y no le falta razón, que el entrevistado en algunos momentos hace demagogia y se cree en posesión de la verdad absoluta. Dice que cree que no es cierto que no se pueda repetir curso. Por lo que yo sé, en algunos casos sí se puede.

Como dice otro de nuestros contertulios, Pere, muchas veces, la repetición no garantiza el éxito del repetidor y debería ser tomado como un verdadero premio, y no como un castigo, ya que repetir curso deviene una oportunidad más. Habla de la gran importancia de la comprensión lectora y de la importancia que tiene ejercitar la memoria – no en el sentido de aprenderse la lista de los godos - algo con lo que también estoy totalmente de acuerdo.

Según Julia, la sociedad en peso debería reflexionar sobre si lo que se quiere es lo que se tiene en este momento y plantea la pregunta “¿Responden las instituciones a nuestra realidad social actual?” Ella dice que en la escuela ya hace tiempo que trata de “estropear” lo menos posible a los alumnos. (Yo llegué a esta conclusión tras veinte años de trabajar en diversas escuelas y después de toparme de cara con una verdadera disonancia cognitiva, es decir:”tengo que llevar a cabo algunas tareas en las que en realidad no acabo de creer”...)

El Pensador dice, con mucho tino, que no se puede hacer caminar a todos a la misma velocidad (yo pienso lo mismo: nos empeñamos en tratar a todos igual y cada cual merece un trato diferente, atendiendo a la diferencia como positiva, cuidado, ahora no me malinterpretéis)

Manel dice que cuando nos solemos dar cuenta de que las cosas van mal suele ser demasiado tarde. ¡Que siempre vamos por detrás, vamos! ¡cuanta razón tiene! aunque eso no ocurre sólo en materia de educación...

Vert comenta que somos un país demasiado extremista y con tendencia a dramatizar. También tiene razón: a veces, dramatizar las cosas no hace más que empeorarlas. ¡Ojalá pudiéramos verlas desde un punto de vista menos subjetivo! (cosa harto difícil, por otro lado)

Bellosoli habla de la gran importancia que tiene la familia en la educación de los niños, y de alguna manera, pone en su sitio a la escuela, sin pedirle que saque conejos de la chistera. Nos habla también de un tema interesante: a veces se piensa de un chico o chica con problemas que “se los busca”... sin entender que eso no siempre es cierto. A veces no se trata de querer o no querer sino de poder o no poder... Habla también de la conveniencia o no de hacer grupos. A mi me parece que en determinadas tareas, hacer grupos puede ser bueno. Siempre teniendo en cuenta que no se trata de buenos y malos, sino de necesidades de un tipo o de otro (ojalá alguien me hubiera puesto a mi en el grupo de los torpes en matemáticas... otro gallo me cantaría)

Violant habla de pasar de curso según el nivel de cada niño. No me parece mala idea, de hecho esto ya era así y lo recordarán los de mi generación... entonces no había trabas para pasar de curso aun sin tener la edad “adecuada”. Pero había otras deficiencias en las que no vamos a entrar ahora, porque no es el sitio adecuado.

Elena habla directamente del esfuerzo, concepto que en todas las opiniones va quedando sobreentendido pero que ahora sale por primera vez y repite que una gran parte de la educación se recibe en casa, idea con la que también está de acuerdo Jepi, y así lo hace notar en su intervención, diciendo también que pronto no sabremos ni sumar, porque para eso están las calculadoras. Hay que preparar a los jóvenes para pensar, sigue diciendo Elena y se pregunta con qué clase de futuro están enfrentándose los jóvenes. En este sentido tomo la frase de Albert “Vale más uno que piensa que cincuenta que dicen “si señor”.

Zifnab dice que la educación siempre ha estado mal pero que no nos acordamos. Ahí supongo que los que siempre nos hemos dedicado a la educación, como docentes, educadores, psicólogos o sencillamente como padres y madres, podríamos decir “Recordad a vuestras bisabuelas o las abuelas de nuestra generación, que tenían que dejar la escuela a los 7 años para ir a trabajar a las fábricas”... Creo que en realidad la infancia nunca ha estado mejor que ahora.

Quarq nos recuerda la historia de Einstein y se pregunta qué habría pasado si se hubiera dado en nuestros días y cómo habría actuado la escuela.

Y por último, Son abre la puerta a algo que todos pensamos también y que hasta ahora no había salido: ¿Por qué con cada cambio político hay que cambiar los planes de estudio?

Y yo añado: ¿Acaso es que los partidos políticos quieren que se note la huella que dejaron? ¿Por qué no se conforman con trabajar en equipo – que siempre es mucho mejor que trabajar en solitario- y por qué no respetan las cosas que puedan haber hecho bien los que estaban antes que ellos, limitándose a cambiar “sólo” las que van mal?

En definitiva, cada uno de nosotros/vosotros tenemos nuestra parte de razón, ojalá supiéramos cómo llevar a la práctica un buen plan para educar de verdad en el respeto y en la concordia... ¡Ojalá!

Repito por enésima vez: muchas gracias a todos.

Si tinc temps ho traduiré...