Buscando en el baúl de los recuerdos

De quan jo escrivia en castellà... fa taaant de temps (un email a una llista de distribució quan encara no tenia blog)
Això era cap al 2003!

I també era... quan jo tenia els genolls sans i feia spinning (així em va anar després, maremevasenyor!)

I, a més, vaig enviar aquest email, amb música (algú recorda els famosos i horrorosos "midis"?) Doncs això! Ara us buscaré un youtube, "molt més millor"...

Aquí va la redarça:


7,40 de la mañana. Entro en la sala y Bibi, la monitora, me recibe con una sonrisa de oreja a oreja (ay!)... Trini, Yolanda, Joana, Roser, ya tienen las toallas y las correspondientes botellas de agua situadas en las bicis. Pere y Manel también.- ¡Buenos díassssssss!- les saludo. Devuelven el saludo.



Ocupo una bici y miro el reloj... si, ya casi es la hora, así que ya no me bajo de la bici. Mis piernas aún sienten la tibieza de las sábanas y mis pies pedalean sin ganas. Miro a Bibi. Otra megasonrisa (ay! ay!)


Bibi pone la música y aquello parece una disco-misa "elevemos los corazones"... porque sólo de empezar a oirla, los corazones ya se elevan, junto con las rodillas, no sabemos muy bien adonde. Poco a poco va llegando más gente, hasta que todas las bicis quedan ocupadas.


¡Hale-hop! veeeeeeeeeeeeeeeeeengaaaaaaaaaaaa! ¡todos p'arriba! ¡Al uno! Empezamos al uno, pero en 15 segundos nos ponemos al 2 y en otros 15 segundos al 3 y en otros 15 al 4. Ahíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! ¡Venga, venga! ¡Aúuuuuuuuuupa! ¡Brazos pegados al manillar, culo p'arriba, barriga adentro, respiren,respireeeeeeeeeeen! Aúuuuuuuupa!


La música, a toda leche, nos va marcando qué debemos hacer con los pies y las piernas, aunque vayamos siguiendo las indicaciones de Bibi. Dos gruesas gotas (ni de lágrimas ni de sangre, eh? no fastidiemos. De sudor, eso es, de sudor) caen al suelo delante de mi. Ya empezamos... Muuuuuuuuuuuuuuuy biennnnnnnnnnnnnn, esto fue el calentamiento, graciaaaaaaaas! Ahora empezamos, ¡EA! (diosmio de mi vida, aun me quedan 40 minutos ) hale hop! hale hop!


La música nos acompaña todo el rato, y las palabras-gritos de Bibi nos ayudan en nuestro tour particular de cada cual. Miro discretamente a mi alrededor y compruebo que todos y todas estamos sudando la gota gorda. Mis pensamientos vuelan, al ritmo de la música y elaboro un email para vosotros que nada tiene que ver con éste... lástima de ordenador "a mano", tchts...


No me fijo demasiado en la música, que es todo el rato txunda-txunda- bum-bum-bum, hasta que de pronto- dioses del olimpo- suena Mark Knopfler (siiiiiiiiii, es él) y me transfiguro. ¡Ea! ¡Rodillas arriba, al 5! ¡Venzamos la resistencia! ... empiezo a pedalear como una bestia subiendo mi propio Turmalet (¿se escribe así?) y, miren por donde, esa música me llega más que las otras, ya ven qué cosas... y lo consigo. Llego a la cima. ¡Ooooooooooolé! ;)


Y es que a veces, una música vale más que mil palabras...


Que tengais un buen día, amigos!